martes, 30 de marzo de 2010

Día 12 Monesterio – La Granada de Río Tinto


Nos hemos levantado sin despertador. Se nota el chaparrón de copitas de anoche. A las 11 mas o menos Raymon salta de la cama a la ducha. Yo remoloneo un poco mas. Desayunamos nuestro ya casi tradicional pan con aceite y ajito.

Ya de vuelta con el proceso de colocación de todos los bultos en la bici.

Despedida, como siempre agridulce. Cada uno tiene su técnica para que estos momentos sean menos solemnes. Yo desde hace años adopto una que creo que me hace resultar un poco frío. Lo revisaré para no dejar mala impresión. Ana ha sido un verdadero placer. MUCHAS GRACIAS.

Visitamos a Flo en el banco y tres cuartos de lo mismo. Me ha encantado conoceros y seguro que nos veremos pronto.

Son casi las dos de la tarde, el día es totalmente distinto al de ayer. Hace un poco de fresco, pero también hace un solecillo reconfortante.
Rodamos por la obsoleta nacional. Ha sido desahuciada por la autovía que transcurre paralela. Desahuciada para el tráfico ordinario, pero para la bici se ha convertido en la mejor alternativa.

En menos de lo que esperábamos llegamos a Santa Olalla del Cala. Población en la que dejamos la nacional y cogemos una comarcal que nos llevara a Zufre.
Vamos muy bien de ánimo la resaca apenas se nota pero la carretera atraviesa la sierra de la Corbera y eso nos obliga a pedalear duro.

En la entrada de Zufre nos zampamos el último regalo culinario de Monesterio,  UMMM!! Que rico!!!.
La resaquilla se nota y nos quedamos semi-dormidos sentados en un banco después de la merienda.

Decidimos continuar hasta La Granada de Río Tinto. Haremos por tanto unos 50 km, que para esta tarde está “mu” bién.

El pueblo es pequeñito, pero muy chulo. No tiene no Policía Local ni Guardia Civil. Nos dicen donde localizar a la alcaldesa y allá que vamos.

Roció, la alcaldesa, al escuchar nuestra petición pone cara de asombro. La hemos abordado en su propia casa mientras buscaba un conejito que se le había escapado. Tarda unos minutos en recomponerse pero luego nos acompaña hasta una casa que el ayuntamiento alquila, pero que ahora está vacía. Es mucho mas de lo que necesitamos y aun así Rocío se preocupa por que no tengamos suficiente gas para ducharnos.

Os imagináis a Gallardón, Alcalde de Madrid, o al de Marbella, Seseña, etc, etc. en este papel. Ya, ya se que hago un poco de demagogia, pero joder, hay tanta diferencia que me indigna. Vamos a dejarlo, que me caliento y no es el momento de ponerme a rajar de la clase política de este país, por suerte no son todos iguales, aunque en la locura de Madrid es difícil verlo.

Ducha rápida para economizar gas. Ratito de lectura y escritura. Cena a base de sopa y verduras y a la cama en los sacos de dormir, pero sobre colchón.

Tenía un poco de miedo al día de hoy. No sabía si las piernas iban a acusar el paso brusco a la inactividad de estos días. Todo lo contrario. Muy buenas sensaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario