domingo, 21 de marzo de 2010

Día 7 Quintana de la Serena – Valencia de las Torres




Diana a las 8:30. Recogemos a todo trapo y salimos de la obra con cara de circunstancia, como si no pasara nada, recorriendo los 50 metros hasta el bar en que estuvimos ayer y en el que nos dijeron que habría porras para desayunar.
Tres porras y un chocolate.

Iniciamos el pedaleo. No voy fino, me cuesta pedalear. Estoy pagando las mas de 5 horas de pedaleo de ayer y el descansar mal en la obra.
Llevo la cara metida en el manillar, tanto que en una glorieta Raymon gira a la derecha para coger la EX-103 y yo sigo recto. Menos mal que me doy cuenta rápido.



La EX-103 es la carretera que en 100 km aprox. nos llevará a Monesterio. Es un poco pestosa para pedalearla, es un continuo sube y baja que va cruzando pequeñas sierras. Menos mal que no hace el viento de estos días atrás. Nos proponemos hacer una paradilla cada 10km. Y así hacemos, cada 10 km paramos 10 minutos y otros 10 km y 10 minutos...



BROOOOMMM!!!! Un enorme trueno nos anuncia, en un tramo de carretera sin protección posible, el inminente chaparrón que nos vamos a comer sin apenas darnos tiempo a colocarnos el chubasquero. Quedan pocos km para llegar al punto donde pretendemos comer, Valencia de las Torres.
Pedaleamos bajo la lluvia un rato hasta que parece que la tormenta queda atrás.

-¿Paramos a quitarnos la chaqueta?
-Vale.- Contesto. Freno junto a Raymon, pero no consigo sacar el pie del pedal y me caigo a plomo en el duro asfalto. ¡¡¡Joder!!! Parezco nuevo. Tengo un golpazo en el codo que seguro me recordará en los días sucesivos que soy gilipollas.

Tras un repechón del demonio está nuestro destino. Ya llevamos 60 km en lo alto de rompepiernas. El viento arrecia. Nubes negras en lo alto. Demasiados factores en contra. Nos quedamos a dormir aquí.


Son las 15:30. Bocata en el bar y nos acomodamos en la pensión local donde pasaremos la tarde descansando limpitos, afeitaditos y cagaditos. Los chicos de Monesterio tendrán que esperarnos hasta mañana. Hemos hablado con ellos y dicen que está cayendo el diluvio universal, igual que aquí.

1 comentario:

  1. Estáis hechos unos campeones, saludad a la primavera de mi parte, que aquí todavía no ha venido y a vosotros os acompaña.

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