viernes, 19 de marzo de 2010

Día 5: Torrejón el Rubio - Herguijuela

La novedad de la noche ha sido que a las cuatro de la mañana se ha puesto a llover.

Parecía que iba a durar poco, pero a las 9 seguía lloviendo. Hacemos el perrete un rato mas en el saco y decidimos que pare o no pare la lluvia a las 10 salimos, recogemos rápido y nos vamos al club social del pueblo a tomar un café.
Así lo hacemos. Hemos recogido a toda velocidad, todo metido a lo loco en las alforjas.
Tengo dudas sobre ponerme el pantalón de agua o no. Al final decido que no lo usaré.

En el bar nos tomamos un pincho de tortilla y tenemos una de nuestras charlas sobre como está el mundo. Esta vez la conversación está provocada por una foto de un picapedrero asiático. Un tipo muy flaco, semi desnudo y descalzo que con una enorme maza parte piedras por menos de un dolar al día. Quizá algún día estas cosas tengan arreglo, yo personalmente creo que no, pero Raymon cree que sí. Esa es una de las muchas cosas por las que le admiro.
El pincho de tortilla se acaba y decidimos, en un momento que amaina la lluvia, irnos hacia Trujillo.

Lo que parecía sobre el mapa un itinerario sencillos y rápido se convierte en una carretera rompepiernas con un tenaz viento en contra que nos obliga a empeñar mucho esfuerzo para rodar muy lentos. Esto es así. Hoy toca día psicológico.


Menos mal que la carretera en sus márgenes tiene un montón de cosas que contemplar. Cerdos, toros, ovejas, pájaros... Es un paisaje de dehesas y la reciente lluvia le confiere un frescor y un olor fantásticos. Paramos en una ocasión a rescatar un pequeño petirrojo que ha debido de ser golpeado por un coche. Lo dejamos al otro lado de la cuneta. Quizá salga de esta.

Paramos un par de veces mas para comer algo de chocolate y en un interminable rato llegamos a Trujillo. Directos a la famosa plaza en la que está la estatua ecuestre de Pizarro.
Son las 15:30 y hemos recorrido 40 km, pero estamos un poco cansados de la batalla contra el viento. Así que nos sentamos en un banco a comer nuestra ración de frutos secos y fruta para reponer fuerzas.
Observamos a dos chicas haciendo fotos a las bicis y al rato se acercan a preguntarnos.
-¿Donde vais?.-
-A Senegal
La cara de ellas mostraba incredulidad. Luego tras contarles mas detalles del viaje, su cara cambió y nos hacían mas preguntas. Charlamos un rato y las prometí que las mencionaría en el blog. Ella son Laura e Isabel de Madrid y estaban pasando unos dias de descanso por la zona y planeaban ir a Doñana.

Hay un montón de niños jugando al fútbol en la plaza y nos entretenemos viendo sus correrías y filigranas con la pelota. En Madrid ya no veo niños de estos. ¿estarán jugando al fútbol en la playstation?.  En fin, el progreso.

El partido acaba y nosotros nos vamos a pelear contra el viento hasta hacer 20 km por la carretera comarcal EX-108 y llegar a Herguijuela. Pequeño pueblo gobernado por un simpático alcalde que nos abre las antiguas dependencias del médico en donde comienza el ritual de aseado, cocinado y devorado de todos los días.




3 comentarios:

  1. Joer, que envidia me dais, con vuestra aventura....animo y a seguir con esa filosofia y con esas ganas, un placer leeros todos los dias.

    Un saludo desde Valdemoro

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  3. Hola!
    Ya veo que alfinal os esperaron por Monasterio!! Menudo chaparron!

    Os queria contar que hace tiempo q m apasionan las historias d bicis por el mundo, hace tiempo q sueño leyendo a sus protagonistas y hace tiempo q m encantaria ponerm a rodar en carretera! asi q podeis imaginar lo q sentimos Isa y yo,cuando vimos2bicisy4piernas atravesando la preciosa plaza de Trujillo! El destino: Senegal y de camino: Aprender, dialogar, interactuar, sentir la tierra, olerla, observarla, mimarla...
    Stare al dia d ste proyecto! y spero q os sople mucho viento por detras!! :)))
    Hasta Luego!
    Laura

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