domingo, 11 de abril de 2010

Día 27 Tetouan – Oued Laou


Día 27 Tetouan – Oued Laou
50km

Nos levantamos para mi gusto un poco tarde. El cambio horario me está trastornando un poco. Cuando salimos a las calle son poco mas de las 8:00 hora local. Casi todo está cerrado, pero acabamos por encontrar un sitio pequeñito donde sirven un delicioso café au lait y unas tostadas de mantequilla y miel muy buenas. Nos lo tomamos rodeados de otros madrugadores. 

El día está, si cabe, mas feo que ayer. El fuerte Levante continua y la jornada prevista para hoy transcurre por la escarpada carretera de la costa en la que presuponemos tendremos el viento de cara.
Como tenemos que abandonar el hotel a las 12 y aun tenemos tiempo nos tomamos otro té en la tetería de ayer, mucho mas tranquila, y en donde aparece de nuevo Arafat. 
Pasamos un rato de agradable conversación con él sobre el idioma y demás temas triviales. Un gran tipo.
Ahora toca deliberar si salimos hoy o esperamos un día a que amaine el viento. Yo en principio creo que es una putada el viento, pero que otro día en Tetouan puede ser muy pesado. Elena dice de salir y Raymon de quedarnos. Al final me decanto por irnos. Oued Laou situado a 50km será nuestro destino.

No llevo bien estas continuas negociaciones entra los tres para tomar cualquier decisión y aunque  entiendo que debe de ser así me resulta agotador. Tanto que mi primera reacción es la de dejar hacer  y adaptarme. Quizá no sea la mejor manera de actuar pero es la que me sale inicialmente. Lo revísaré en los días venideros.

Salimos cara al viento de la vorágine de la ciudad. A los que dicen que pedalear en Madrid o Manhathan es peligroso les diría que se dieran una vuelta por estas ciudades. El trafico te exige atención y concentración y eso lo hace hasta divertido.

En un rato llegamos a la costa. El viento es aun mas fuerte, pero una vez metidos en faena pedaleamos ligeros y con mucho ánimo. La carretera es muy bonita, a nuestra izquierda llevamos el mar revuelto y a nuestra derecha montes arbolados muy parecidos a los que podemos ver en el norte de España.
La carretera comienza a subir y subir para luego bajar de golpe y luego vuelve a subir. Mi ritmo de subida es sensiblemente mas rápido que el de Elena, lógico. Ella lleva pocos kms y aunque es una fiera aun le falta un puntito de forma que nosotros ya hemos adquirido. Poco a poco me voy adelantando hasta quedarme solo.
Me encanta. Voy midiendo mis fuerzas, aquí aprieto mas, aquí aflojo. Lo paso de vicio durante los siguientes km.
La carretera está toda en obras. Aquí no lo hacen por tramos, aquí atacan toda la carretera de golpe y eso provoca una carretera polvorienta con montones de pesados, lentos y humeantes camiones que me adelantan provocando una polvareda que pronto de fijará a las ropas y a la bici. Aun así disfruto un montón del recorrido y entro en Oued Laou cantando a pleno pulmón.

Llego a una tiendecita a la entrada del pueblo y me tomo una coca cola mientras espero a mis compañeros de viaje.

En el centro del pueblo está el  hotel ….. en el que tras sopesar otras opciones nos quedamos. En realidad es un apartamento con cocina una cama de matrimonio y un sillón. Una buena ducha para quitarnos el polvo de la dura jornada.

Nos vamos a cenar a “El restaurante de Mike”. Donde cenamos la misma comida que están comiendo los lugareños. Tayin de habas, de pescado y unas sardinas fritas. Rico, pero de calidad un poco floja. Eso sí, muy barato. 
Los tres hemos bebido agua del grifo y bromeamos sobre quién será el primero en mostrar las consecuencias.

Mañana habrá mercado en el pueblo. La idea es verlo a primera hora y luego por le valle del Laou hacia Chefchaouen. Esperemos que el fuerte viento reinante de todo el día amaine para mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario