martes, 20 de abril de 2010

Día 33 Fes.

Día 33 Fes.

He aprovechado que las habitaciones son separadas para remolonear en la cama. La peli acabo tarde  y hoy no hay que hacer nada mas que descansar. 
No me apetece irme con mis compis a ver la medina. Ya me daré yo una vuelta a mi manera para comer algo.
Ellos se han ido a hacer turismo por la ciudad. Yo me quedo muy tranquilo en el hotel lavando ropa y escuchando la radio enlatada que me he traído en el mp3. 

A las 15:30 me conecto con Fani por Internet desde el cibercafé. La cuanto que tengo una crisis de morriña y que los estilos de viaje entre nosotros a veces chocan. Estoy un poco desanimado. Se que es muy importante no tomar decisiones en momento de bajón. La charla con ella me servido para desahogarme. Me voy a comer algo que con la tripa llena siempre se ve la vida de otro color.
Como en otro chiringuito de la medina. Mas cutre que el de anoche, pero mas rico aún. Luego cambio de garito y me tomo un café con leche con un bizcocho acojonante. Eso si el camarero ha tenido que espantar las avispas para servírmelo.

Al salir me lío y me pierdo en la Medina. Es increible lo facil que es perderse en este autentico laberinto de mas de 9000 calles que tiene la medina de Fes. Es realmente enorme. 
Cuando ya lo dejo por imposible y llevo mas de una hora dando vueltas, me rindo y pregunto a un tipo. Joooder. Estaba al lado del hotel. Si llego a aguantar 200 metros mas llego yo solo.

De vuelta en el hotel me siento en el salón con un te y el portátil a ordenar fotos y escribir. Entablo conversación con una chica francesa en ingles que está aquí de vacaciones. Pasamos un rato divertido. Hasta que se pone a jugar a las cartas con su familia y yo sigo con mi ordenador.

Ya a la hora de la cena, cenamos en el propio hotel algo ligero por que los tres coincidimos en que no tenemos mucha hambre.

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